NUESTRO RIO BOGOTA JESSICA DAYANA DIAZ - 802
El río Bogotá es uno de los ríos del departamento de Cundinamarca, en el centro de Colombia. Es el principal cauce fluvial de la Sabana de Bogotá. No es navegable ni caudaloso. Desemboca en el Magdalena. En su cuenca viven unos 9.000.000 de personas, de los cuales 8.500.000 en Bogotá. Tiene una longitud aproximada de 380 km. Presenta altísimos niveles de contaminación. Aunque está contaminado desde muy cerca de su nacimiento, el grueso de los tóxicos y desechos industriales y urbanos se los debe a Bogotá. Desde hace varias décadas se han desarrollado programas e iniciativas para descontaminarlo.
Por sus características físicas y niveles de contaminación se divide en las siguientes tres partes:
CUENCA ALTA: Nace en el páramo de Guacheneque en las proximidades del municipio de Villapinzón al norte de Cundinamarca a 3.300 msnm, en donde tiene un caudal medio de 10m³/s; recorriendo la provincia de Almeidas y la Sabana de Bogotá de norte a sur bañando a varios municipios como Villapinzón, Chocontá, Suesca, Sesquilé, Gachancipá, Tocancipá, Cajicá, Chía, Cota, Funza, Mosquera y Soacha.
CUENCA MEDIA: En Bogotá recibe las aguas de los ríos Salitre y El Fucha, así como la mayor parte de los desechos líquidos contaminantes (22 m³/s) y algunos desechos sólidos que lo convierten en un cauce de aguas negras y muy contaminadas. Uno de sus principales afluentes en el río Tunjuelo, que nace el Páramo de Sumapaz en la Laguna de Los Tunjos.
Entre las inmediaciones de las localidades de Bosa y Soacha recibe además las aguas de diferentes fábricas. El agua del río se usa para el riego en el distrito La Ramada debajo de la ciudad de Bogotá. También se usa para la producción de electricidad en la planta hidroeléctrica del Muña que se encuentra cerca del Salto del Tequendama.
CUENCA BAJA: En la mitad de su recorrido el río abandona la Sabana de Bogotá, deja atrás su caudal apacible y se precipita formando el Embalse del Muña, en el poblado de Chusacá en Soacha y después al Salto del Tequendama. Desde aquí el Río Bogotá empieza su torrentoso descenso entre encañonados valles en busca del Río Magdalena, en donde desemboca a 280 msnm en la ciudad de Girardot, tras descender 3.020 metros.
CONTAMINACION
Desde su nacimiento, el Río Bogotá, recibe la contaminación proveniente de varias curtiembres artesanales que arrojan sus desechos al río, estos desechos no solo afectan el cauce alto del Bogotá, sino su principal afluente el río Tunjuelo. Las autoridades han tomado medidas para sancionar a los responsables de esta contaminación, pero la solución a este problema es compleja, pues la aplicación de sanciones generalmente afecta la población económicamente vulnerable que vive de la industria del cuero.
El desarrollo industrial introduce una alta cuota de contaminación en el río que a su paso por Bogotá recibe tres de sus principales afluentes los cuales descargan las aguas residuales provenientes de la ciudad. (Ríos Salitre, Fucha y el Tunjuelo).
El Río Bogotá se considera un río muerto entre la desembocadura del Juan Amarillo hasta el Salto del Tequendama, pues no posee vida macrobiótica alguna. Son variadas las causas; por la carga de desechos biológicos e industriales aportadas por los más de ocho millones de habitantes de la capital; como de los municipios de la Sabana, en este tramo el Bogotá es un típico río de planicie, con un mínimo de velocidad lo que acentúa su septicidad y hace casi imposible la autodepuración por las altísimas cargas orgánicas que recibe. En este tramo las aguas no poseen oxígeno.
En el Salto del Tequendama, abandona la sabana homónima, igualmente en su parte baja recibe las aguas de varios ríos más limpios que, junto con un cause más rápido, diluyen el nivel de contaminación, aunque recibe la carga contaminante de los alcantarillados de los municipios de las provincia del Tequendama y el Alto Magdalena, al ser bajo su desarrollo.
Aun así, es la principal fuente de contaminación del Río Magdalena; y el punto máximo de contaminación del rio está en sectores de Bogotá donde el nivel de residuos sólidos puede alcanzar un nivel de 400 mg/L2.
RESCATAR EL RIO BOGOTA SI ES POSIBLE
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), compartió el estado de su proyecto de Adecuación Hidráulica y Recuperación Ambiental del río Bogotá, que desde hace más de un año se ejecuta y que busca salvar de la contaminación a una de las fuentes hídricas más importantes del país.
Esta iniciativa hace parte del Plan de Gestión Social que desarrolla la entidad y que está orientada a garantizar la identificación, caracterización, sensibilización y participación permanente de diferentes actores sociales, quienes influyen en su implementación.
Por décadas, este río ha sido maltratado por la mano humana e industrial que lo rodea. Diversos agentes ambientales han soñado con su recuperación desde tiempo atrás, pero ha sido un proceso muy difícil de llevar a cabo, cuando no se tienen suficientes recursos y no se cuenta con la atención de los ciudadanos.
Desde botellas plásticas, llantas y excrementos, van a parar en esta cuenca que hoy en día tiene un grado de contaminación nivel 8 y que expide olores nauseabundos, causantes de diversas enfermedades que afectan a quienes se encuentran cerca de este sector.
Es por esta razón que la CAR diseñó esta estrategia, que cuenta con una inversión inicial de 96.000 millones de pesos y que pretende ampliar y mejorar el curso del río, que se ve aumentado por el mal manejo de aguas residuales que emiten diferentes municipios cercanos a la capital.
EL PROYECTO DE LA CAR
El proyecto de adecuación hidráulica del río Bogotá y sus obras complementarias, se desarrollará sobre un tramo aproximado de 68 kilómetros, comprendidos entre las compuertas de Alicachín, en el municipio de Soacha (Cundinamarca), y la estación de Puente La Virgen en Cota, ubicado en el mismo departamento, que permita un mejor manejo a las aguas residuales.
Para llevar a cabo esta iniciativa, la CAR se vio obligada a comprar una serie de predios y lograr así, que el río recupere el espacio perdido, a causa de la industrialización o desarrollo urbanístico en la zona, que fueron motivo de inundaciones en 2011.
Esta idea tiene como objetivo, además de descontaminar el espacio, mejorar la calidad del agua, reducir los riesgos por inundación y crear áreas multifuncionales a lo largo de él.
De acuerdo con el director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, hasta el momento ya se han adecuado un total de 22 kilómetros del río y “se han optimizado los sistemas de tratamiento de aguas residuales en municipios como Tocancipá, Gacháncipa, Cogua, Nemocón, Cajicá, Funza, Cota, Sesquilé, La Calera, entre otros, que estaban antes vertiendo sus aguas sin ningún tratamiento o que contaban con unas plantas muy rudimentarias”.
Estas obras hidráulicas, se refieren al tratamiento de los vertimientos, pueden tardar unos 10 años más. Es claro que la descontaminación absoluta no es posible, ya que estos procesos nunca han podido registrar un impacto cero, pero si mejoran sustancialmente el ambiente.
El objetivo más cercano se encuentra concentrado en poder construir en todos los municipios de Cundinamarca, “sistemas de tratamiento para eliminar todos esos vertimientos de aguas negras que hoy tenemos sin tratar y que van a parar al río Bogotá. Es una meta ambiciosa, pero no imposible, es quizá la inversión más importante que se haya hecho a nivel nacional”.
Para llevar a cabo todas estas ideas, es necesaria la ampliación y optimización de la planta de tratamiento de aguas residuales (Ptar), mejor conocida como El Salitre. La CAR ha dispuesto una inversión por 400 millones de dólares.
Otro de los frentes que hacen parte del proyecto, están concentrados en diferentes estudios de ingeniería para el manejo integrado de la cuenca, que permitan el mejoramiento ambiental y mantenimiento de las obras del río.
A esto se suman las diferentes actividades sociales que tienen que ver con capacitaciones, que permitan crear conciencia y evitar caer nuevamente en aquellas acciones contaminantes.
“El tema de la cultura y sensibilización es importante, de nada sirve invertir cientos de millones de pesos si no logramos que el ciudadano comprenda que todo lo que él hace a diario, termina impactando de manera positiva o negativa al río.
“la importancia de preservar nuestras cuencas, no solo para garantizar una fuente hídrica, sino para tener una conducta responsable con el medio ambiente y así evitar su deterioro a través de la contaminación que hoy se generan en los ríos”
Jessica, me parece un excelente articulo ya que podemos ver las diferentes causas de la contaminación de la cuenca del rió Bogota,las problemáticas y algunas soluciones, lo ideal seria implementar campañas de reciclaje,podríamos empezar desde el curso y después con el grado.
ResponderEliminarJessica, me parece un excelente articulo ya que podemos ver las diferentes causas de la contaminación de la cuenca del rió Bogota,las problemáticas y algunas soluciones, lo ideal seria implementar campañas de reciclaje,podríamos empezar desde el curso y después con el grado.
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