Ellos
trabajan para ser recicladores con todas las de la ley
Decreto 596, del 11 de abril, permite atender
a los recicladores de oficio y a sus organizaciones.
Las
puertas 7 y 8 de la entrada a Corabastos sirven como punto de encuentro para
sumergirse en las bodegas de reciclaje del barrio María Paz, en el sector de
Kennedy, en Bogotá. Luis Alberto Romero, líder de la Entidad Medioambiental de
Recicladores ESP (EMRS), sirve de guía hasta la casa de tonos verdes y dos
pisos donde opera esta organización de recicladores de oficio; esos que
recorren en las noches las calles y escarban entre la basura para escoger y
rescatar material que puede ser aprovechado.
Sin
embargo, no es solo la defensa por este oficio y la forma como recita de
memoria leyes y normas relacionadas con el reciclaje lo que sobresale en el
discurso de Romero, sino su obsesión por un modelo solidario y equitativo
dentro del gremio: “En EMRS todos trabajan y ganan igual”,
enfatiza Luis Alberto.
Consuelo
Ocampo dice que al día llegan a EMRS unos 40 socios con material para reciclar,
en total son 88 recicladores. La bodega abre a las 7 a. m., luego de que ella y
su familia se trasladan desde el sector Paraíso, en Ciudad Bolívar, para darle
apertura a este local. Consuelo es la madre de Luis Alberto, y quizás por eso
‘hablan en el mismo idioma’.
Desde
hace cuatro años esta entidad, que está habilitada por la Unidad Administrativa
Especial de Servios Públicos (Uaesp), ha trabajado en aplicar normas que le
permitan consolidarse en el futuro como una de las organizaciones de
recicladores de oficio más importantes a nivel distrital y nacional. Para ello,
además de haberse organizado como prestadores de este servicio, llevan a diario
un registro en computador con el nombre del reciclador, el tipo de material y
cantidad que entrega, el nombre de la fuente donde se recicló el material o del
barrio (si lo hizo en la vía), el peso y hasta en qué medio –(carro) Chana o
camión– lo transportó a la sede de EMRS. Fuera de contar con un portafolio de
servicios, diseñado en papel reciclado, y un plan de fortalecimiento
empresarial, entre otros.
Aunque
lo anterior es casi el paso a paso por cumplir que señaló el Decreto 596 del 11
de abril del 2016, del Ministerio de Vivienda, para Luis Alberto Ramos aún hay
muchos obstáculos que superar: “Si nosotros, que estamos cumpliendo gran parte
del proceso, tenemos dificultades importantes como los programas para
sistematizar la información en los computadores, la capacitación en estos y la
falta de apoyo en infraestructura, imagine los que ni siquiera se han
organizado”. Este decreto debe ser aplicado por las alcaldías, que tienen que
facilitarles herramientas a los recicladores en máximo un año. Acá el reto será
pasar del papel a la implementación.
Decreto
596, un paso a la formalización
El
Decreto 596, del 11 de abril del 2016, entre otras disposiciones, permite
atender a los recicladores de oficio y a las organizaciones que ellos conformen
en el país. Sin embargo, son los gobernantes locales del país quienes se encargarán
de que la norma opere en las ciudades a su cargo. El proceso de formulación del
Decreto 596 empezó un año atrás y, según el Ministerio de Vivienda, contó con
la participación de trabajadores de este gremio en 13 ciudades como Bogotá,
Medellín y Bucaramanga. A partir de las mesas de trabajo, con 70 propuestas, de
91 líderes del reciclaje del país, se constituyó la columna vertebral.
Aunque
la norma entrará a regir en junio, cada ciudad tiene de máximo un año para
hacer el tránsito a la nueva ley. Existen ocho fases que los recicladores deben
cumplir para la formalización, algunas de ellas son: registro de la
organización, definir el área de prestación, registro de las toneladas
transportadas, toneladas aprovechadas y registro de factura del material.

Video:
No hay comentarios:
Publicar un comentario