jueves, 26 de mayo de 2016

Por la salvación del Magdalena

El Gobierno debería asignar programas de recuperación del río a la Vicepresidencia de la República.


                                      


Un gran análisis y resumen presenta EL TIEMPO en su editorial del 11-1-2016, ‘La defensa del agua’, sobre la afectación del río Grande de la Magdalena y las cuencas hidrográficas de nuestro país. Suma a este informe la ineptitud de organismos estatales en la no inversión de recursos disponibles por más de 458.000 millones de pesos, desde hace años, para la recuperación de nuestras fuentes hídricas.
El Gobierno, declarada la emergencia, bien debería asignar los programas de reforestación, dragado y recuperación del gran río, como garantía de ejecución, a la Vicepresidencia de la República, por la capacidad y honestidad demostradas en la realización de las obras-vías 4G.

También estamos a tiempo de investigar, sancionar, multar y obligar a reforestar las riberas a terratenientes, ganaderos y gobiernos departamentales y regionales de años anteriores que permitieron la afectación de nuestros ríos.

La situación en varios lugares de Colombia es dramática ante la falta del agua, y ello debe llevar a reflexionar sobre lo que significa el preciado líquido, que es vida y por eso no se debe desperdiciar; sin embargo, no hay que pasar por alto que las fábricas de agua han sido destruidas cuando se ha atentado contra la riqueza forestal al cometer arboricidios para sembrar coca, que ha sido parte del conflicto en Colombia, ya que la guerrilla se ha financiado con el narcotráfico, sin importarle las próximas generaciones, pues conquistar el poder político los obnubila.
Con disciplina se pueden evitar nuevas catástrofes ambientales, y la planificación se vuelve una necesidad, construyendo grandes reservorios y usando el mínimo vital, para que haya una conciencia individual y colectiva que permita prepararnos para el futuro.



Bogotá

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