Un lote enreda la descontaminación del río Bogotá
Construcción del interceptor Tunjuelo-Canoas no concluye por pleito entre Distrito y contratistas.
Por: EL TIEMPO |
Foto: Luis Lizarazo / EL TIEMPO
Una sentencia del Consejo de Estado dio órdenes a la Nación, al Distrito y a los privados para salvar el río Bogotá.
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La compra de un predio tiene enredada la culminación de una obra clave que ayudará a descontaminar el río Bogotá, y que ya demandó una inversión de la Empresa de Acueducto por 232.000 millones de pesos.
Se trata de la construcción del llamado interceptor de Tunjuelo-Canoas, en el sur de la ciudad, cuya finalización está suspendida y en medio de un pleito jurídico entre los constructores y el Acueducto. El litigio ya se dirime en un tribunal de arbitramento.
Hoy, de hecho, dos tuneladoras del consorcio Odebrecht y CASS Constructores –que trabajaban en el interceptor desde el 2010– quedaron 60 metros bajo tierra, a la espera de que se resuelva este pleito.
La parálisis de esta obra será denunciada este jueves por el representante a la Cámara Carlos Guevara, del Partido Mira, durante una audiencia pública en el Salón Boyacá, del Congreso, donde se le realizará un corte de cuentas a los planes para descontaminar el río Bogotá.
El interceptor Tunjuelo-Canoas, con una extensión de 11 kilómetros, es una obra estratégica, pues contribuirá al saneamiento de 68 kilómetros del río Bogotá, 27,9 kilómetros del río Tunjuelo y 21,5 kilómetros del río Fucha, de acuerdo con las cifras oficiales.
El interceptor, según Guevara, permitirá transportar el 70 por ciento de las aguas residuales generadas en Bogotá y Soacha a la futura planta de tratamiento de Canoas, con el fin de que no contaminen dichos afluentes.
La idea inicial era que esta obra estuviera lista en el 2012. Sin embargo, concluirla no será fácil, pues Guevara reveló que el lote es de propiedad del Invías y está destinado a la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO). Este jueves, Guevara le pedirá explicaciones al Distrito sobre estos trabajos.
Los ministros de Ambiente y Hacienda, además del secretario de Hacienda del Distrito y el gerente del Acueducto, asistirán a la audiencia pública en el Congreso.
EL TIEMPO
Se trata de la construcción del llamado interceptor de Tunjuelo-Canoas, en el sur de la ciudad, cuya finalización está suspendida y en medio de un pleito jurídico entre los constructores y el Acueducto. El litigio ya se dirime en un tribunal de arbitramento.
Hoy, de hecho, dos tuneladoras del consorcio Odebrecht y CASS Constructores –que trabajaban en el interceptor desde el 2010– quedaron 60 metros bajo tierra, a la espera de que se resuelva este pleito.
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El interceptor Tunjuelo-Canoas, con una extensión de 11 kilómetros, es una obra estratégica, pues contribuirá al saneamiento de 68 kilómetros del río Bogotá, 27,9 kilómetros del río Tunjuelo y 21,5 kilómetros del río Fucha, de acuerdo con las cifras oficiales.
El interceptor, según Guevara, permitirá transportar el 70 por ciento de las aguas residuales generadas en Bogotá y Soacha a la futura planta de tratamiento de Canoas, con el fin de que no contaminen dichos afluentes.
La idea inicial era que esta obra estuviera lista en el 2012. Sin embargo, concluirla no será fácil, pues Guevara reveló que el lote es de propiedad del Invías y está destinado a la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO). Este jueves, Guevara le pedirá explicaciones al Distrito sobre estos trabajos.
Los ministros de Ambiente y Hacienda, además del secretario de Hacienda del Distrito y el gerente del Acueducto, asistirán a la audiencia pública en el Congreso.
EL TIEMPO
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