El país empieza a pensar en las energías alternativas
Del “fantasma del apagón”, como lo llamó el presidente Juan Manuel Santos, no solo nos salvó el ahorro de energía en casas y empresas, sino la capacidad que tienen algunas industrias para generar electricidad, incluso más de la que necesitan.
En mayo del 2014 se aprobó en el Congreso de la República la Ley 1715, que establece un marco jurídico para incentivar y promover las energías no convencionales en el país, pues en Colombia el 70 por ciento de la energía viene de las hidroeléctricas y el respaldo lo dan las termoeléctricas.
“Hace muy poco, la (Creg) sacó la resolución que reglamenta ese artículo de la Ley 1715 para que los industriales, como Argos, vendan sus excedentes”, asegura Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía y quien promovió la ley.
La norma definió que el Ministerio de Minas y Energía debía expedir, dentro de los doce meses siguientes, los lineamientos de política energética. La Creg, por su parte, quedó con la obligación de establecer los procedimientos para la conexión, operación, respaldo y comercialización de la energía proveniente del sector industrial, mientras que la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) tenía que definir el límite de potencia máxima de la autogeneración.
Como la ley no está reglamentada por completo, “las decisiones de inversión están paradas mientras se espera que se termine de reglamentar”, dice Andrés Taboada, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de Energía.
Además de los beneficios, ya está en vigencia la exoneración del pago de aranceles a los interesados en importar los equipos para el montaje de una planta solar u otras de energías no convencionales, como la eólica (aprovechando el viento).
Para ello, cuando se presenta un proyecto ante el Ministerio de Minas y Energía, la entidad expide un certificado y, con el documento, el interesado puede quedar exento de pagar el IVA y los aranceles.
Hasta el jueves pasado, la Upme aprobó el primer proyecto de energías limpias favorecido por los incentivos de la Ley 1715. La empresa beneficiaria, Synkrom Solar, ubicada en Buga (Valle del Cauca), quedó exenta del IVA de 400 paneles solares, con una potencia de 111 kilovatios.
Sin embargo, conocedores del sector energético, como Azahara López, presidenta de la Asociación de Energías Renovables (SerColombia), asegura que la medida no es suficiente para llegar a un modelo energético viable.

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