jueves, 26 de mayo de 2016

NATALIA CHAVES 803


El país empieza a pensar en las energías alternativas
El Gobierno reglamentó parte de una ley que incentiva autogeneración y venta de excedentes a la red.

Del “fantasma del apagón”, como lo llamó el presidente Juan Manuel Santos, no solo nos salvó el ahorro de energía en casas y empresas, sino la capacidad que tienen algunas industrias para generar electricidad, incluso más de la que necesitan.
La crisis por el fenómeno del Niño hizo que, por primera vez, estas compañías le vendieran cantidades representativas de sus excedentes de energía al Sistema Interconectado Nacional (SIN). Aunque desde el 2014 una ley definió el marco normativo para promover las energías no convencionales, apenas el 6 de marzo de este año la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) reglamentó los lineamientos para que industrias de diversos sectores, que producen su propia energía, pudieran vender sus excedentes a precio de bolsa, que sube en épocas de sequía.
Antes de la norma, estos cogeneradores (como se les conoce en el sistema) que en marzo produjeron 56,34 gigavatios –el equivalente al 1,01 por ciento de la demanda total de ese mes– no tenían incentivos para comercializar la energía que les sobraba.
En mayo del 2014 se aprobó en el Congreso de la República la Ley 1715, que establece un marco jurídico para incentivar y promover las energías no convencionales en el país, pues en Colombia el 70 por ciento de la energía viene de las hidroeléctricas y el respaldo lo dan las termoeléctricas.
“Hace muy poco, la (Creg) sacó la resolución que reglamenta ese artículo de la Ley 1715 para que los industriales, como Argos, vendan sus excedentes”, asegura Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía y quien promovió la ley.


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